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“ Sueño otoñal de cítricos ”

“ Sueño otoñal de cítricos ”
Atención: Esta totalmante prohibida la reproducción de las fotografías en otros medios electrónicos o impresos sin la autorización expresa del autor. Si te interesa la foto contacta con el autor: Miró von Laugaricio ©
Descripción

Esta imagen se siente como una escena sacada de un sueño barroco: una naturaleza muerta surrealista donde se entremezclan el mundo de las frutas, los insectos y las hojas secas en una composición visual hipnótica. En su centro se encuentran tres mandarinas de un naranja intenso, dispuestas sobre una base de piedra envejecida y cubierta por la intemperie. Su color vibrante contrasta con el fondo amarronado, actuando como un núcleo palpitante de vida en medio de la decadencia.

Sobre una de las mandarinas descansa majestuosa una gran hoja seca, y atravesándola se extiende como una criatura fantástica un insecto bizarro —parece sacado de los sueños de Franz Kafka. Probablemente se trate de un insecto hoja o un fásmido, cuyo cuerpo imita partes vegetales. Su forma y estructura resultan casi arquitectónicas —ángulos marcados, segmentación, tonalidades mates. Junto a las mandarinas y las hojas, genera una tensión entre el movimiento y la quietud, entre la naturaleza y el entorno inerte.

La paleta cromática del cuadro es cálida y terrosa: dominan los tonos óxido, naranja, marrón y gris. La saturación intensa de los cítricos crea un contrapunto frente a las hojas secas y quebradizas y la masa pétrea, logrando así un efecto dramático. El fondo es oscuro, con pátina, y una textura que recuerda los antiguos lienzos de pintura —lo cual aporta a la escena un carácter historicista, casi barroco.

La luz es suave, lateral pero precisa —proyecta sombras delicadas, acentúa la textura de la cáscara de las mandarinas, la fragilidad casi de papel de las hojas y la segmentación del cuerpo del insecto. Este juego de luces y sombras otorga a cada elemento profundidad y presencia física.

La composición está equilibrada —el movimiento diagonal aporta dinamismo, mientras que el núcleo central de las mandarinas brinda estabilidad. El conjunto se percibe como un escenario teatral donde se encuentran elementos del sueño, de la naturaleza y del tiempo. El espectador siente que contempla una escena de otro mundo —algo extraño, pero a la vez familiar, silencioso y extrañamente bello.

La imagen evoca el fluir del tiempo, la transformación, una poesía peculiar del deterioro. No es una naturaleza muerta convencional: es una visión sobre el límite entre lo vivo y lo muerto, lo orgánico y lo inerte, lo fugaz y lo eterno. Fascina, tal vez inquieta un poco, pero sin duda permanece en la memoria.


Ficha
Copyright Miró von Laugaricio [ miroart ] ©
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Categoria Naturaleza
Realizada el 27/05/2025
Subida el 27/05/2025
90 Visitas.
Localización
Continente: Europa País: Austria Región: Wien Sitio: Viena